¿El cuerpo siente cuando perdemos a alguien importante?
- Pero también hay una dimensión menos explorada: cómo nuestras emociones —en especial el dolor por una pérdida importante— pueden afectar nuestra estructura interna, incluso a nivel físico.
Cuando esa persona era tu sostén
“Desde que se fue, me siento sin columna.”
“Era mi equilibrio, mi fuerza.”
“Ya no tengo quién me sostenga.”
Estas frases, que suelen surgir en el contexto del duelo, reflejan algo muy profundo: la sensación de haber perdido una base emocional, un punto de apoyo que daba estabilidad en la vida.
- Esa persona que se fue —una pareja, madre, padre, hijo, amiga o amigo del alma—, muchas veces era percibida como un pilar. Al ausentarse, no solo se siente tristeza: también se rompe algo en nuestro interior. Esa ruptura emocional puede generar una sensación de vacío, de inestabilidad, y en algunos casos, también manifestarse físicamente.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando sufrimos una pérdida emocional?
Desde la ciencia, sabemos que el estrés emocional sostenido afecta profundamente al organismo. Cuando alguien vive un duelo intenso, una separación o un periodo de soledad, el cuerpo entra en una especie de modo de emergencia.
El impacto del estrés emocional crónico:
- Aumenta el cortisol, la hormona del estrés, que en exceso puede debilitar los huesos al interferir con su regeneración.
- Interrumpe el sueño, lo cual afecta la capacidad del cuerpo para repararse.
- Modifica el apetito, pudiendo generar deficiencias nutricionales importantes como falta de calcio, vitamina D o magnesio.
- Reduce la actividad física, lo que acelera la pérdida de densidad ósea si no se realiza ejercicio con carga.
- Debilita el sistema inmune, afectando la salud general, incluyendo la salud ósea.
En otras palabras, el cuerpo no distingue entre una amenaza externa y una pérdida emocional interna. Reacciona igual: activando mecanismos de defensa que, sostenidos en el tiempo, pueden afectar los huesos, el corazón, el sistema digestivo y más.
¿Qué dice la biodescodificación? El hueso como símbolo de sostén
La biodescodificación es un enfoque complementario que propone que muchas enfermedades tienen un componente emocional no resuelto.
Desde esta perspectiva, los huesos representan el sostén interno, la estructura, la base sobre la que se apoya nuestra vida.
Entonces, cuando perdemos a alguien que fue una figura clave de apoyo —quien nos sostenía en los momentos difíciles—, el cuerpo podría registrar simbólicamente esa ausencia como una pérdida de estructura literal.
- La osteoporosis, en este enfoque, sería la expresión física de una vivencia emocional profunda: la falta de apoyo, protección o contención tras una gran pérdida.
Esto no sustituye al enfoque médico tradicional, pero puede complementar la mirada, ayudándonos a entender por qué el cuerpo reacciona de ciertas maneras ante emociones no resueltas.
¿Qué se puede hacer si esto te resuena?
La salud integral implica considerar tanto lo físico como lo emocional. Aquí te propongo algunas acciones que pueden ayudarte a recuperar el equilibrio:
1. Cuidar el cuerpo
- Realiza chequeos médicos y estudios como la densitometría ósea.
- Asegura una dieta rica en calcio, vitamina D, proteínas y minerales esenciales.
- Practica actividad física regular, especialmente ejercicios que incluyan fuerza y carga (como caminar, subir escaleras, pilates o yoga).
2. Cuidar las emociones
- Busca apoyo emocional. Un terapeuta, un grupo de duelo o una persona de confianza puede marcar la diferencia.
- No minimices lo que sentís. Lo que no se expresa, muchas veces se “somatiza”.
- Date permiso para reconstruir tu sostén emocional, con nuevas redes, vínculos o actividades significativas.
3. Explorar lo simbólico
Reflexionar sobre lo que simboliza esa pérdida puede ayudarte a resignificarla:
- ¿A quién sentiste que perdiste como base o columna?
- ¿Cómo afectó eso tu forma de estar en el mundo?
- ¿Qué parte de ti se debilitó, y qué parte puede fortalecerse ahora?
Reflexionemos
Toma unos minutos, busca un cuaderno o abre una nota en tu celular, y escribe con libertad sobre estas preguntas:
- ¿Quién era esa persona que me sostenía emocionalmente?
- ¿Qué cambió en mí desde que no está?
- ¿Qué emociones tengo guardadas desde entonces?
- ¿Qué necesito hoy para volver a sentirme firme por dentro?
No necesitas compartirlo con nadie, pero si te ayuda, también puedes dejar tu experiencia en los comentarios del blog.
¿Tu cuerpo alguna vez habló por tus emociones?
A veces no somos conscientes, pero el cuerpo está en constante comunicación con nosotros. Si hay algo que no hemos podido decir, procesar o liberar, el cuerpo puede encontrar su propia manera de expresarlo.
- La pérdida emocional puede desestructurar.
- Pero también podemos reconstruirnos desde adentro, paso a paso, con consciencia y compasión.
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Porque hablar del dolor, entender su lenguaje y darle un espacio, es parte del proceso de fortalecernos nuevamente.😉
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