¿Alguna vez te has sentido atrapado en un estado emocional plano, como si la vida pasara sin intensidad?
- No es una tristeza intensa, tampoco alegría... es más bien un “no sentir”. A eso se le llama distimia, un tipo de depresión crónica de baja intensidad que puede durar años, a veces sin darnos cuenta.
Pero ¿y si ese estado no fuera solo químico o psicológico?
¿Y si fuera un mensaje del inconsciente, expresado a través del cuerpo?
Hoy quiero invitarte a mirar la distimia desde otro ángulo: la biodescodificación emocional.
¿Qué es la distimia?
La distimia (también conocida como trastorno depresivo persistente) es una forma de depresión más leve, pero de larga duración. Sus síntomas, aunque no tan incapacitantes como los de una depresión mayor, afectan significativamente la calidad de vida.
Síntomas relacionados:
- Falta de energía o motivación
- Baja autoestima o sensación de inutilidad
- Pérdida de interés por actividades antes placenteras
- Irritabilidad o tristeza constante
- Trastornos del sueño o del apetito
- Pesimismo sobre el futuro
Muchas personas con distimia dicen: “No estoy mal, pero tampoco estoy bien”.
Esta sensación de "funcionar sin disfrutar" es lo que la hace tan silenciosa y a menudo, invisible.
Biodescodificación: ¿Qué hay detrás de la distimia?
Desde la biodescodificación (también llamada bioneuroemoción), entendemos que todo síntoma físico o psicológico tiene una raíz emocional no resuelta que el cuerpo intenta comunicar. En el caso de la distimia, algunas de las raíces más comunes que se han observado son:
1. Sentimientos de desvalorización sostenida
- Una persona puede haber crecido sintiendo que “nunca es suficiente” o que no tiene valor por sí misma. Esa emoción, si se guarda sin ser expresada, puede anclarse en el cuerpo y manifestarse como apatía crónica.
2. Lealtades familiares inconscientes
- A veces cargamos tristezas que ni siquiera son nuestras. Es posible que estés repitiendo patrones de melancolía, resignación o “vida apagada” heredados de abuelos o padres, como una forma de fidelidad inconsciente al clan.
3. Pérdidas no procesadas o duelos bloqueados
- Cuando no podemos o no se nos permite llorar una pérdida (de una persona, un sueño, una etapa), esa tristeza queda encapsulada. Con el tiempo, se convierte en una neblina emocional constante.
4. Auto-represión emocional
- ¿Fuiste criado/a con frases como “no llores”, “no te quejes”, “no muestres debilidad”? Entonces quizá aprendiste a bloquear emociones por completo. Pero lo que no se expresa, se imprime en el cuerpo.
¿Desde dónde podrías estar viviendo tu distimia?
Haz este breve test de reflexión para conectar contigo. Anota tus respuestas o crea una encuesta si usas un plugin de formulario.
1. ¿Cómo describirías tu estado emocional habitual?
- Me siento en automático, como si la vida pasara sin mí
- Tengo una tristeza sorda, sin causa aparente
- Me cuesta mucho motivarme, incluso con cosas que antes disfrutaba
- Siento que no puedo o no debo mostrar lo que siento
2. ¿Qué frases sueles repetirte?
- “No soy suficiente”
- “No quiero molestar a nadie con mis problemas”
- “Lo que siento no importa”
- “Estoy cansado/a de sentirme así, pero no sé cómo salir”
3. ¿Cómo recuerdas tu infancia emocional?
- Tuve que ser fuerte para no preocupar a mis padres
- Sentía que no podía hablar de mis emociones
- La tristeza o el silencio eran normales en casa
- Me sentía responsable del bienestar de los demás
Si marcaste varias respuestas, es probable que estés cargando emociones reprimidas o patrones aprendidos que ahora tu cuerpo expresa como distimia. No es un error ni una debilidad: es una invitación del cuerpo a reconectar contigo.
Escucha tu cuerpo
Tómate unos minutos, apaga el ruido externo y cierra los ojos. Luego, respóndete:
- ¿Qué parte de mí no ha podido expresarse libremente?
- ¿A qué emoción le he cerrado la puerta durante años?
Conclusión
En biodescodificación no hablamos de “curar” como si el síntoma fuera un enemigo. Hablamos de escuchar, darle sentido y reconciliarnos con lo que el cuerpo trata de decirnos. La distimia puede ser la forma en que tu alma te pide:
“Por favor, mírame. Hay una parte de ti que no ha sido escuchada.”
¿Qué puedes hacer ahora?
- Observa tus patrones emocionales, tus frases internas, y qué emociones están silenciadas.
- Habla de esto con alguien. A veces ponerlo en palabras ya libera.
- Si te resuena, te invito a una sesión personalizada de biodescodificación para que exploremos juntos tu caso.
👉 psicologiaorientaonline@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario