Los cambios son inevitables. A veces llegan como una brisa suave, y otras, como un huracán inesperado. Pero, ¿alguna vez te has detenido a observar cómo reaccionas ante esos cambios? ¿Con apertura o con resistencia?
Desde la biodescodificación, el cuerpo no es solo un conjunto de órganos, músculos y huesos: es un lenguaje vivo que expresa nuestras emociones más profundas. Cuando se presenta un conflicto relacionado con la flexibilidad, hablamos de una dificultad para adaptarnos, tanto a nivel físico como emocional y mental.
El cuerpo como metáfora: ¿Qué te dice tu rigidez?
En biodescodificación, cada síntoma se interpreta como una respuesta adaptativa del cuerpo frente a un conflicto emocional no resuelto.
En este caso, la rigidez corporal puede ser una manifestación simbólica de una rigidez interna: miedo, inseguridad o necesidad de control.
Te pongo algunos de los ejemplos más comunes:
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Articulaciones (rodillas, codos, muñecas)
Son estructuras diseñadas para el movimiento. Si aparecen dolores, inflamación o molestias, puede ser una señal de que hay una parte de tu vida donde te estás resistiendo a avanzar o a cambiar de dirección. -
Columna lumbar (espalda baja)
Está relacionada con el soporte y la estabilidad. Un conflicto de flexibilidad aquí puede estar conectado con el sentimiento de no tener una base segura para enfrentar lo nuevo o el miedo a perder el control. -
Cuello y cervicales
Permiten girar y ampliar la visión. Cuando se tensan o duelen, podría estar indicando una resistencia a “ver” otros puntos de vista o a cambiar de dirección.
¿Qué parte de tu cuerpo suele manifestar malestar cuando te enfrentas a un cambio importante?
Te propongo un mini test
¿Cómo enfrentas los cambios?
Te propongo una pequeña autoexploración. No es un diagnóstico, sino una invitación a observar tus patrones inconscientes frente al cambio.
Responde con sinceridad:
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Cuando algo cambia repentinamente en mi vida, lo primero que hago es:
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A) Me resisto, me frustro o entro en pánico.
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B) Intento controlar todo para que nada se desordene.
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C) Tomo una pausa, respiro y observo antes de actuar.
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En mi infancia, los cambios solían ser:
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A) Amenazantes, caóticos o dolorosos.
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B) Algo que debía aceptar sin comprender.
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C) Oportunidades para aprender o crecer.
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¿Qué parte de tu cuerpo se resiente cuando estás bajo presión o estrés?
Interpretación:
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Mayoría de A → Puede que tu mente inconsciente asocie el cambio con peligro, pérdida o inseguridad.
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Mayoría de B → Probablemente haya una necesidad fuerte de estructura que dificulta el fluir espontáneo.
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Mayoría de C → Tienes herramientas internas para fluir, aunque tal vez necesites confiar más en ellas.
Reprogramar la percepción: el primer paso es "Escuchar"
En biodescodificación, la clave no está en eliminar el síntoma, sino en comprender su origen emocional y transformar la percepción que lo generó.
El conflicto de flexibilidad puede tener su raíz en:
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Creencias limitantes, como “si no controlo, algo malo pasará”.
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Experiencias pasadas de cambio traumático, como mudanzas forzadas, pérdidas, separaciones o situaciones imprevistas sin contención emocional.
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Modelos familiares rígidos, donde se crecía con frases como: “así deben hacerse las cosas”, sin espacio para cuestionar o experimentar algo distinto.
¿Qué puedes hacer?
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Observar sin juicio. Reconocer tu patrón con amabilidad.
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Nombrar la emoción. ¿Es miedo? ¿Es ansiedad? ¿Es necesidad de certeza?
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Recordar que el cambio no es tu enemigo. A menudo es un canal hacia algo más grande que aún no puedes ver del todo.
Sé como el río (Un ejercicio de visualización)
Este ejercicio te ayudará a conectar con la energía del fluir:
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Busca un espacio tranquilo.
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Siéntate o recuéstate en una posición cómoda. Cierra los ojos.
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Inhala profundo… y exhala lentamente.
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Imagina un río: observa cómo fluye, cómo rodea piedras, cómo se adapta al terreno sin dejar de avanzar.
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Ahora imagina que tú eres ese río. ¿Qué obstáculos estás rodeando? ¿Dónde te estancas? ¿Qué podrías soltar para seguir avanzando?
Al finalizar, puedes decir suavemente:
- “Acepto el movimiento de la vida en mí. Estoy dispuesto(a) a fluir con confianza.”
Puedes repetirlo cada vez que sientas tensión ante un cambio.
En resumen
El problema no es el cambio, sino nuestra interpretación
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El conflicto de flexibilidad se manifiesta cuando no nos sentimos preparados para movernos con la vida.
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El cuerpo nos habla a través de síntomas para que escuchemos lo que estamos reprimiendo.
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El cambio no es debilidad ni amenaza. El cambio es una invitación a evolucionar.
¿Te gustaría tener una sesión conmigo para trabajar tu historia personal desde la biodescodificación?
Escríbeme o déjame un comentario. Estoy aquí para acompañarte en tu proceso con empatía, claridad y respeto.😉
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